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martes, 2 de julio de 2013

MARTES CULTURAL – ENTREVISTA


Entrevista con Guillermo Arriaga

“Mi compromiso es el amor”



Por Virginia Aguirre E.

Lee la entrevista completa aquí


Novelista, guionista, productor y director de cine, Guillermo Arriaga Jordán (México, D. F., 1958) recibió hace unos meses la Palma de Oro del Festival de Cannes por el guión de la película Los tres entierros de Melquíades Estrada, dirigida y actuada por Tommy Lee Jones, de quien el cinéfilo avezado y el simple aficionado al celuloide saben por su extensa aunque dispareja filmografía, con todo y la excelente e indiscutida calidad de su trabajo actoral.

Fue su guión Amores perros (2000) así como el Premio de la Crítica en Cannes y el Oscar que recibió el filme dirigido por Alejandro González Iñárritu los que le dieron una amplia presencia internacional, que creció con 21 gramos (2003).

(...) 

Concedió a La Colmena la entrevista que se presenta a continuación -su agotamiento no afectó, sin embargo, la vehemencia de sus respuestas y una que otra sonrisa más bien benevolente.


—El mundo está permeado por la globalización —hay quien la llama mundialización—, pero se polariza cada vez más. A los pocos pero muy privilegiados se oponen los exiliados, los sin patria, los sin nombre, los que no son. Pongo como referente tus trabajos dedicados a la frontera. Hablo de una banalización del mal porque al prender el televisor, navegar por la Internet o leer los periódicos las manifestaciones del mal aparecen por aquí y por allá, pero fuera de contexto. Ubiquemos estas circunstancias en tu trabajo literario.

—Yo lo que creo, y es lo que he tratado de mostrar en mi trabajo, es que no hay el mal definitivo sino hay varios matices de gris en la vida de los seres humanos. Incluso los terroristas siempre tienen una razón para actuar así. No es que sean "el mal". Alguna razón de peso social o económico hay detrás. Antes de juzgar hay que tratar de comprender, pues una vez que se comprende entonces sí se puede juzgar; pero no se pueden hacer juicios sin comprensión.

—¿Es en este sentido en el que tú asumes una actitud ética o moral? ¿O cuál es tu actitud desde tu creación con respecto a tánatos?

—No creo ser un escritor moralista, pero sí profundamente preocupado por la moral. La moral la veo como los acuerdos que tienen los hombres entre sí, el diálogo que debe prevalecer entre los hombres y entre los distintos grupos.

(...)

—Yo por ahí leí que te costó trabajo llevar dentro a Jordan (el personaje de Benicio del Toro en 21 gramos), ¿es cierto?

—No. Lo que pasa es que como soy ateo me costó trabajó entender un personaje religioso, pero no, no, realmente no. Sí lloras y te emocionas porque son momentos emocionantes y fuertes, pero no son dolorosos: escribir no es doloroso. Yo estoy en contra del cliché del escritor que se alcoholiza y sufre porque sus demonios... Es más, ya la palabra demonio siempre ya me tiene un poco...

—Es un martirologio eterno.

—Sí, pareciera que escribir fuera una pesadilla. Para mí escribir es un placer. Por lo tanto, no me duele. Al contrario.

—El hecho de que leas a Bukowski, a Kerouac, a Faulkner, que cites a Kundera habla de que hay vasos comunicantes con su estética creadora. De ella has abrevado. ¿Puedes abundar al respecto?

—Pertenezco a una tradición que pone el interés humano y narrativo sobre cualquier otro valor estético. Por ejemplo, no pertenezco a aquellos a los que sólo les preocupa el lenguaje sin que haya detrás contenido humano. No me gusta. Me gustan los autores que hablan del ser humano y que me conmueven, como todos los que has mencionado. No soporto al autor y el espacio terriblemente experimental o arriesgado. No me gusta el escritor que sólo pretende escribir para sí mismo en un acto onanista y que cree que su ejercicio del lenguaje es lo máximo.

(...)

-Como ateo, ¿cómo ves los fundamentalismos y su porqué?

—Siempre hay quien busca imponer su visión de las cosas a los demás. Siempre hay esa tentación. Hay fundamentalismos de muchos tipos. Hay muchos tipos de fascismos: desde los fascismos religiosos hasta los fascismos ecologistas, esto es, los protectores de la fauna que son capaces de matar a un ser humano por defender a un animal. Siempre hay fundamentalistas y fascistas, y no se van a acabar.

—En síntesis, tú compromiso es el amor.

—Mí compromiso es el amor, absolutamente. Por eso en mi currículum vitae dice: "soy hijo de Carlos y Amelia; hermano de Carlos, Patricia y Jorge, esposo de Maru y padre de Mariana y Santiago".


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