Por Gustavo La Mota, Ecuador
En vista de que cada vez que comento o publico, siempre hay personas/troles que refutan y se quejan de la pagina, así hay la necesidad de aclarar ciertos puntos.
Pocos grupos son tan vilipendiado como los ateístas. Ellos tienden a ser calificados como aguafiestas empeñados en desmantelar las creencias preciadas de la "gente de fe". La realidad es que el creciente movimiento de los ateos ha logrado mucho más que ganar discusiones con personas que creen en un dios. El ateísmo no se trata sólo de refutar la creencia religiosa, es también un creciente movimiento por la justicia social, la intención de derribar las estructuras sociales que perpetúan la desigualdades.
Así como para las feministas lo es el asumir el patriarcado, para los activistas por la paz luchar contra la ideología de la guerra, los activistas de derechos civiles y los abolicionistas desmantelar las tradiciones del racismo, y los humanistas erosionar las jerarquías autoritarias, los ateos están de pie y decir que la raza humana tiene que evolucionar más allá de la religión. Y es este modelo de justicia social que es vigorizante, una nueva generación de ateos a moverse más allá de no creer en silencio y desafiar abiertamente la irracionalidad religiosa.
Culpable es el sistema por empujarnos en esta nueva dirección, más política. El último par de décadas se ha producido una explosión de energía en el poder fundamentalista. La inmediatez de la amenaza fundamentalista a la ciencia, la educación y los derechos humanos demuestra claramente que el problema de la religión se extiende más allá de su irracionalidad inherente. Muchos ateos que encuentran pruebas sin fin contra la creencia, cansados se ven atraídos al ateísmo organizado como un arma contra esta amenaza a la libertad religiosa y la libre investigación.
A pesar de que muchas personas religiosas liberales existen, en su base, la discusión entre creyentes y ateos, Dios y ciencia, es más o menos el mismo argumento que entre derecha e izquierda. La izquierda tiene sus raíces en la tradición humanista, que exige que la sociedad y el gobierno a priorizar las necesidades y deseos humanos, utilizando las herramientas de la racionalidad y la evidencia hacia esas metas. En la derecha los valores de conservadurismo jerarquía y la tradición y el rechazo al razonamiento basado en la evidencia a favor de los argumentos de autoridad. El imaginario dios provee la autoridad conservadora perfecta, una completamente libre de evidencia, la máxima autoridad que puede hacer que los creyentes asuman sus deseos como verdades irrefutables. La sumisión y la fe se incorporan a incluso las tradiciones cristianas más liberales, en contraste directo con la filosofía humanista de cuestionar y exigir pruebas.
El humanismo ha dado a luz al progresismo, abriendo espacio para cuestionar algunos de los más antiguos prejuicios: la creencia de que los hombres son mejores que las mujeres, que los gays son "antinaturales", que los diferentes colores de piel o de las etnias significa automáticamente distintas funciones y capacidades mentales, que la gente son más ricos porque son más dignos, la regla de los reyes por derecho divino. Cuando comience a hacer preguntas difíciles a las otras creencias, a menudo se descubre que el fundamento de todos ellos suele circular hacia "Dios lo dijo." Al poner en duda la más fundamental de las creencias, que hay un Dios y él está haciendo las reglas, podemos poner en duda la falta de lógica de todas estas otras creencias.
Los vínculos entre el ateísmo y el progresismo también han sido fáciles para los defensores de los derechos de los homosexuales y la liberación sexual, como lo demuestran las investigaciones recientes que muestran que las personas que pierden su fe y al abrazar el ateísmo.... informan de una vida sexual mejorada.
Pero los progresistas ateos no deben sentirse limitados a los argumentos sobre el género y la sexualidad al vincular su ateísmo a cuestiones más amplias. Hay un montón de espacio para un ambientalismo ateísta -ya que no hay otra vida, debemos priorizar el cuidado del mundo que nosotros tenemos-. O un ateísta económico -ya que no hay tal cosa como la "providencia", es nuestra responsabilidad de cuidar de los pobres y los necesitados-.
Los ateístas somos sólo limitados por nuestra imaginación tenemos que buscar maneras de hacer que la falta de fe sirva para encontrar maneras productivas de ayudar a la sociedad.
Recién estamos comenzando, espero que pronto los egos inflados y los caóticos cedan paso a ateístas humanistas y logremos consolidar este movimiento en nuestro querido Ecuador.
Me alegra mucho la presencia de este movimiento en el país, que aliente la libertad de pensamiento y luche por la desigualdad social. Exitos.
ResponderEliminarMuchas gracias, pronto haremos más actividades, invitado..
ResponderEliminarComo puedo participar con ustedes...yo tambn soy Ateo
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