Agencia AFP
Ciudad del Vaticano.- El Vaticano, que dispone de un puesto de observador permanente en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha sido conminado por primera vez por las Naciones Unidas a dar explicaciones detalladas sobre los abusos sexuales y violencias que se han cometido contra niños en la Iglesia Católica.
El Comité de las Naciones Unidas para los Derechos de los Niños, el ente que se encarga del respeto de la Convención de la ONU sobre los Derechos de la Infancia de 1989, hizo llegar el primero de julio al Vaticano una larga lista de peticiones de información detallada sobre “todos los casos de abusos sexuales sobre niños cometidos por miembros del clero, religiosos y religiosas”, o que hayan llegado a la atención de la Santa Sede.
Esta es la primera vez que la Santa Sede es cuestionada públicamente por un comité internacional sobre el escándalo de abusos sexuales de menores, que dañó gravemente la posición de la Iglesia Católica en muchos países alrededor del mundo.
Según la lista de veinte preguntas, el ente de las Naciones Unidas pide, por ejemplo, que el Vaticano especifique cuáles fueron las medidas puestas en práctica para que ningún sacerdote acusado de abusos sexuales esté autorizado para permanecer en contacto con niños.
También quiere conocer cuáles “instrucciones explícitas” fueron dictadas al clero, “a todos niveles”, para que las noticias de abuso fueran indicadas a la policía de sus respectivos países; y en cuáles casos se pidió que los miembros de la jerarquía católica no indicaran “estos crímenes y a cuáles niveles”, detalla la página web Vatican Insider.
Pero este es solo el inicio: el Comité de la ONU también quiere mayor información sobre el apoyo que ofrece la Santa Sede a los niños que sufrieron abusos, sobre las investigaciones canónicas en contra de los sacerdotes involucrados y sobre la cooperación de las autoridades eclesiásticas con las magistraturas nacionales.
Además, el Comité también pretende comprender cuál es la política de la Iglesia en cuando a las indemnizaciones (y si el pago de dinero ha tenido que ver con la obligación para guardar silencio al respecto) y cuáles medidas para prevenir nuevos abusos han sido adoptadas.
Dos casos llaman la atención
Hay dos casos que se citan explícitamente en el documento: las “Casas Magdalenas”, los institutos femeninos que recibían a las huérfanas en Irlanda, fueron el escenario de “tortura y trato cruel, degradante e inhumano”; y los Legionarios de Cristo, acusados de negar a los seminaristas el contacto con sus familias.
El plazo para presentar toda la información es el próximo 30 de noviembre. La petición de esta información llega en vista de la audiencia periódica que la Santa Sede, como todos los países que ratificaron la Convención, tendrá que sostener ante el Comité en enero de 2014. Es la consecuencia del informe bianual que el Vaticano presentó en septiembre del año pasado.
El pasado 18 de junio el Comité escuchó a los representantes de las víctimas de abusos del grupo Survivors Network of those Abused by Priests (Snap). Fue una cita histórica, según la presidenta de Snap, Barbara Blaine: “El hecho de que el Comité de las Naciones Unidas haya llamado a responder al Vaticano por sus precedentes sobre los derechos de los menores... es un hecho que da esperanza a las víctimas de abuso en todo el mundo”.
Snap espera que las Naciones Unidas, con esta petición de información detallada sobre los abusos, marque el ejemplo para que otras organizaciones internacionales saquen a la luz la verdad para prevenir nuevos crímenes odiosos.
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